Para hacerte sonreír
Empezaría a ve(r)sos
Y terminaría a be(r)sos
A la mierda la ortografía, pon la r donde quieras, preciosa.
Para hacerte sonreír
Empezaría a ve(r)sos
Y terminaría a be(r)sos
A la mierda la ortografía, pon la r donde quieras, preciosa.
Quisiera gritar a todo pulmón frente al mar infinito
que me escuchase alguna botella y su mensaje hacia un destinatario desconocido
y es que ahí va la vida, a la deriva...
que si la vida, que si la muerte,
que si estás en busca de salvación
o eres capaz de salvarte a ti mismo.
Como si todo fuera una espiral hacia abajo
que por ratos parece dar la vuelta
y no acabase de acabar
Hasta cuando?
errores y culpas ajenas que terminamos por asumir como nuestras
porque todos los dedos, sin importar la defensa, terminan apuntando hacia ti
Presumo que tengo mucho tiempo en el camino equivocado
y no es sino hasta ahora
que he caído en cuenta
caído, rendido, afligido, abatido, perdido, dolido, perdido
si, dos veces.
No hay refugio aparente
y el siguiente tren esta a años luz de distancia
pero la armadura ya esta oxidada
y a este soldado, lo mato una guerra avisada.
Aprenderé a esquivar piedras
Porque ya he aprendido
Lo mucho que duele el tropezar
Cuando tú mismo escoges el camino.
Al principio fui con cautela
Como todo aquel que entra en territorio desconocido
Pero luego tus sin sentidos fueron arrastrandome
Con destino a tus labios
Que fueron la llave para esa caja de pandora
De la que todavía intento escapar
Creí que llevaba el control del barco en la tempestad
Que llegaría en aguas calmas a tu puerto
Hoy sólo quedan los restos del naufragio
Donde se hundieron nuestras promesas
Y con ellas el anhelo de un futuro
Este marinero que dice haber aprendido a nadar contra corriente
Y se jacta de conquistar tempestades
En realidad hoy no sale de su orilla
Por miedo de encontrar otras aguas
En las que si me he de ahogar.
Te alejas (sin saber que)
Con cada paso que das
Te llevas un beso que te habría dado
Con estos labios tímidos
Que llevados por mis inseguridades
Fueron incapaces de decirte una sola palabra
Cuando ya te pierdo de vista
Sé que te llevaste tu nombre
Para siempre...
Y yo, quedé como un idiota
Con las ganas de decirte el mío
De ti sólo sé que te fuiste
Sin saber
Que dejabas un poema.
Intenté ponerle nombre a las estrellas
Y todas se llamaron como tú
Incluso las fugaces
Esas aún más
Pues también decidieron marcharse.